Complicaciones


Cuando se rompe un aneurisma cerebral, el sangrado suele durar solo unos segundos. La sangre puede causar daño directo a las células circundantes, y el sangrado puede dañar o matar otras células. También aumenta la presión en el interior del cráneo.
Si la presión aumenta mucho, el suministro de sangre y oxígeno al cerebro puede interrumpirse hasta el punto de que haya pérdida del conocimiento o, incluso, se produzca la muerte.
Las complicaciones que pueden desarrollarse después de la rotura de un aneurisma son las siguientes:
  • Nuevo sangrado. Un aneurisma que se rompió o se perforó corre el riesgo de volver a sangrar. El nuevo sangrado puede causar más daño a las células cerebrales.
  • Vasoespasmo. Después de que se rompe un aneurisma, los vasos sanguíneos del cerebro pueden estrecharse de forma imprevisible (vasoespasmo). Este trastorno puede limitar el flujo sanguíneo a las células cerebrales (accidente cerebrovascular isquémico) y causar más daño o pérdida celular.
                                                  Resultado de imagen para vasoespasmo
  • Hidrocefalia. Cuando la rotura de un aneurisma provoca sangrado en el espacio que hay entre el cerebro y el tejido que lo rodea (hemorragia subaracnoidea) —que suele ser el caso más frecuente—, la sangre puede bloquear la circulación del líquido que rodea el cerebro y la médula espinal (líquido cefalorraquídeo). Esa afección puede provocar el exceso de líquido cefalorraquídeo, lo que aumenta la presión en el cerebro y puede dañar los tejidos (hidrocefalia).
  • Hiponatremia. Una hemorragia subaracnoidea debido a la rotura de un aneurisma cerebral puede afectar el equilibrio de sodio en la sangre. Esto puede ocurrir por el daño en el hipotálamo, zona que se encuentra cerca de la base del cerebro.
    Si los niveles de sodio en sangre disminuyen (hiponatremia), las células cerebrales pueden inflamarse y dañarse de forma permanente.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario